jueves, 8 de diciembre de 2011


                                                       LA FIESTA DEL ASNO

...Su astucia es la que le impulsa a no hablar: Así rara vez se equivoca.
...Insignificante pasa por el mundo. El color de su cuerpo, con el que envuelve su virtud, es gris.
...¿Qué oculta sabiduría es esa de tener orejas largas y decir siempre sí y jamás no?
...Sigues caminos derechos y caminos torcidos: poco te importa lo que los hombres llaman derecho o torcido.
...Dejas acercarte a tí a los niños, y si los pícaros quieren seducirte les ahuyentas con un simple iiia.
...Amas a las burras; te gustan los higos frescos y no eres remilgado para comer.

Núnca olvideis esta noche y esta fiesta de asno, hombres superiores, porque eso es lo que habeis festejado en mi choza, que es para mí buen augurio ¡solo los convalecientes pueden inventar tales cosas!

El viejo encantador bailaba de placer; y si, como creen algunos narradores, estaba entonces ebrio de vino dulce, estaba aún más lleno dulce vida, y habia renunciado a toda laxitud. Y hay quienes cuentan que en aquél instante se puso a bailar el asno: porque no en vano le había dado a beber vino el más feo de los hombres. Sucediese así, o de otro modo, poco importa: si el asno no bailo aquella noche, ocurrieron no obstante, cosas más grandes y mas extrañas que el baile de un burro.

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